Comentario de El Decamerón resuelto


COMENTARIO RESUELTO DEL DECAMERÓN

Y Peronella, como si quisiera ver lo que hacía, puesta la cabeza en la boca de la tinaja, que no era muy alta, y además de esto uno de los brazos con todo el hombro, comenzó a decir a su marido:
-Raspa aquí, y aquí y también allí... Mira que aquí ha quedado una pizquita.
Y mientras así estaba y al marido enseñaba y corregía, Giannello, que completamente no había aquella mañana su deseo todavía satisfecho cuando vino el marido, viendo que como quería no podía, se ingenió en satisfacerlo como pudiese; y arrimándose a ella que tenía toda tapada la boca de la tinaja, de aquella manera en que en los anchos campos los desenfrenados caballos encendidos por el amor asaltan a las yeguas de Partia, a efecto llevó el juvenil deseo; el cual casi en un mismo punto se completó y se terminó de raspar la tinaja, y él se apartó y Peronella quitó la cabeza de la tinaja, y el marido salió fuera. Por lo que Peronella dijo a Giannello:
-Coge esta luz, buen hombre, y mira si está tan limpia como quieres.
Giannello, mirando dentro, dijo que estaba bien y que estaba contento y
dándole siete liriados se la hizo llevar a su casa.

1. Boccaccio y su época
Giovanni Boccaccio fue un escritor y humanista italiano, considerado, junto con
Dante y Petrarca, el padre de la literatura en italiano.
Boccaccio nació en 1313, quizás en Certaldo (cerca de Florencia), o en París. Era hijo ilegítimo de un comerciante florentino. Entre 1325 y1327 fue enviado por su padre a estudiar a Nápoles. Allí entró en contacto con el ambiente de la corte y escribió sus primeras obras. En 1331 conoce a una dama napolitana de la que se enamora apasionadamente y a la que inmortalizó con el nombre de Fiammetta (“llamita”). Se sabe que fue Fiammetta la que puso fin a la relación, y que la ruptura causó a Boccaccio un hondo dolor.
En 1340 regresa a Florencia debido a los problemas económicos de su familia. Allí combinará la literatura con las labores diplomáticas. En 1348 fue testigo de la Peste Negra que describe en el Decamerón. En 1351 es enviado a Padua, donde conoce a Petrarca, iniciándose entre ellos una sincera amistad que duraría hasta la muerte de ambos. En sus últimos años recibe el encargo de realizar una lectura pública de la Divina Comedia de su admirado Dante, que no pudo finalizar debido a su muerte en 1375.
La obra de Boccaccio se enmarca en la transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Durante los siglos XIV y XV, la sociedad medieval va experimentando cambios en todos sus órdenes (político, económico, cultural) que preludian la aparición del movimiento renacentista. Florencia será el centro de estos cambios. En estos siglos la ciudad se convierte en una república independiente en la que la burguesía toma el gobierno de la ciudad sustituyendo a las viejas familias aristocráticas. Se desarrollan el comercio y las finanzas y el florín se convierte en la moneda de referencia en Europa para las transacciones comerciales. La ciudad experimenta además un notable auge demográfico que, sin embargo será frenado bruscamente por la Peste Negra que asola Europa. En el ámbito cultural aparece el movimiento humanista, basado en el estudio de los clásicos y en una concepción entusiasta del mundo y del hombre (vitalismo y antropocentrismo). Los tres grandes humanistas italianos de este siglo son Dante, Petrarca y Boccaccio.


  1. El Decameron y la obra literaria de Boccaccio
Como sus contemporáneos Dante y Petrarca, Boccaccio es autor de obras en latín y en italiano. Entre sus obras latinas destacan una genealogía de los dioses en la que recopila diversas leyendas de la mitología clásica y una serie de biografías de hombres y mujeres ilustres de todas las épocas.
En italiano escribió varias novelas (Filocolo, de tema amoroso, Elegía de madonna Fiammetta, reflejo de su pasión amorosa por esta dama napolitana y el Ameto, de tema pastoril). También escribió poemas de tema mitológico (La caza de Diana, Filostrato, Teseida) y una sátira contra las mujeres, Corbacho, que se inscribe en la tradición de la literatura misógina de la época y que tiene su origen en un enamoramiento poco exitoso de Boccaccio.
El Decamerón, su obra más importante, es un libro constituido por cien cuentos, terminado por Giovanni Boccaccio en 1351. Esta colección de relatos se desarrolla en un marco narrativo, a imitación de otras colecciones medievales: en este caso, un grupo de amigos, afortunados y discretos, siete
mujeres y tres hombres, se refugian en una villa de las afueras de Florencia para escapar de un brote de la peste negra. Para pasar el tiempo, cada uno cuenta una historia por cada una de las diez jornadas que pasan en la villa (de ahí el nombre del libro). Uno de los jóvenes es nombrado rey durante la jornada, con el encargo de organizar las narraciones, así como de proponer un tema sobre el que éstas han de versar. Cada uno de los relatos termina con
una canzone, una canción para bailar entonada por uno de los narradores. Al terminar el cuento número cien los amigos vuelven a sus casas.
Los temas de los diferentes cuentos son muy variados, aunque se centran sobre todo en el amor (unas veces trágico, la mayoría erótico y desvergonzado), la astucia humana y la sátira de costumbres. Para los argumentos Boccaccio reunió material de diversas fuentes: clásicos griegos y latinos, fabliaux, relatos populares, la vida italiana de la época… Los personajes representan toda la gama social de la época, desde reyes y nobles hasta criadas y labradores. Son seres comunes, casi siempre desprovistos de cualquier valor noble, caballeresco o cortés y se enaltece su astucia, la cual les permite salir airosos de las situaciones descritas.
El Decameron destaca también por la brillantez de su escritura. En esta obra,
considerada la más importante de la narrativa medieval, aparecen ya algunos elementos claramente renacentistas, como el tono vitalista, alegre y despreocupado de la mayoría de los cuentos o la concepción del hombre como artífice de su destino, más que como un sera merced de la gracia divina.

3. Exponga el tema del fragmento y relaciónelo con el resto del Decamerón
El tema de este fragmento es el engaño sufrido por el marido de Peronella, que
es obligado a raspar una tinaja mientras su mujer practica sexo con su amante Giannello. El tema está en consonancia con el contenido de los cuentos de la séptima jornada, propuesto por Dioneo, nombrado rey durante ese día: las “burlas que por amor o para su propia salvación las mujeres han hecho a sus maridos, habiéndolo advertido ellos o no”.
En este relato, el segundo de la jornada, un pobre albañil napolitano regresa a su casa antes de tiempo, por lo que su mujer, que se encuentra con su amante Giannello, teme ser sorprendida. El albañil llega con un posible comprador de una tinaja que tienen en la casa. Esta circunstancia inspira a Peronella su plan para no ser descubierta: hará pasar a Giannello por otro comprador de la tinaja que ofrezca aún más dinero por ella. Esta treta le sirve a la mujer al mismo tiempo para menospreciar al marido por no haber encontrado un comprador lo suficientemente bueno. La posterior escena, relatada en el fragmento, supone la humillación definitiva del marido, que no es consciente de que su mujer le está engañando en sus mismas narices.
Este fragmento se sitúa en el comienzo del desenlace del relato. El clímaxt de la historia es precisamente la escena que se narra en estas líneas: la burla con el marido alcanza su culminación a no percatarse éste de que su esposa está gozando sexualmente de su amante mientras su marido está en la misma habitación.
La astucia es en general un tema recursivo en el Decameron: se trata de un valor en sí mismo que permite a los personajes escapar de la adversa fortuna (como en la Jornada II) o lograr sus propósitos. Se valora así la inteligencia humana dentro de una visión antropocéntrica claramente renacentista: el hombre, con su raciocinio, es capaz de labrar su propio destino.
Al mismo tiempo, el tema del amor carnal está presente en gran cantidad de cuentos del Decameron. Boccaccio defiende una concepción vitalista de la existencia, en consonancia con su formación humanista: la vida está hecha para ser disfrutada, y en este sentido los personajes se mueven atraídos por la búsqueda del placer. Reveladora de esa concepción natural de la sexualidad humana es el último cuento de esta misma jornada, en la que tras, su muerte, el joven plebeyo Tingoccio revela a su amigo Meuccio que en el cielo no se castiga el adulterio.
Por último, destacamos en este fragmento la presencia de motivos argumentales que se repiten en otros cuentos de la jornada: el marido simplón, dócil a su mujer y que acaba siendo doblemente castigado; la mujer que finge enfadarse con el marido para ocultar su infidelidad o el amante que participa del plan ideado por la astuta dama representando un papel delante del marido.

4. Analice las características formales del fragmento: su técnica narrativa y los recursos expresivos empleados
Este fragmento tiene carácter narrativo. Se trata del desenlace del relato: Peronella consuma el engaño a su marido haciendo el amor con su amante mientras aquel limpia la tinaja. En este fragmento el diálogo alterna con la narración (intervenciones de Peronella), circunstancia que contribuye a agilizar la acción. Nos encontramos por tanto en el tercer nivel narrativo del Decamerón (el de los cuentos). El narrador del relato es Filostrato (que pertenece, junto a sus nueve compañeros, al segundo nivel narrativo). Se trata de un narrador en tercera persona, que actúa como cronista de los acontecimientos. Entre los personajes se establece un claro contraste: el ingenio de Peronella y Giannello frente a la simpleza del marido, que es doblemente humillado. Esta simpleza está en consonancia con la humildad de su oficio de albañil.
Giannello, por su parte, “se ingenia” en satisfacer su deseo, y en este sentido se sitúa en el mismo nivel de complicidad y astucia que la mujer: ya al oír la conversación anterior de ésta con su marido asume el papel de “comprador de la tinaja”. En cualquier caso, como en otros cuentos de esta jornada, es la mujer la que traza el plan que será interpretado por el amante.
La caracterización de los personajes se lleva a cabo no mediante descripciones por parte del narrador, sino que se deja que los lectores se formen una opinión de los personajes a través de las acciones y las palabras de éstos. Los personajes no presentan complejidad en sus sentimientos y razonamientos. El hecho de que el narrador omita cualquier referencia a los sentimientos de los personajes permite que los lectores apenas entablen empatía hacia ellos. A esto se suma que un solo rasgo sirve para caracterizar a los protagonistas (la astucia a Peronella, y la estupidez crédula al marido). Se trata, por lo tanto, de personajes planos. Lo anterior da pie a un distanciamiento entre el lector y los personajes, en el que el lector puede mirarlos “por encima del hombro”. De ese modo, es posible el efecto cómico de esta situación, que no funcionaría si se incidiese por parte del narrador en el sufrimiento que la infidelidad pudiera acarrear a los personajes.
El espacio narrativo es cerrado (la casa del matrimonio, situada en la ciudad de
Nápoles). Llama la atención lo insólito del lugar en el que se produce el acto sexual, que incrementa la hilaridad de la situación. El uso del espacio es clave en esta escena. Los tres personajes se encuentran en la misma habitación, pero uno de ellos no puede observar todo lo que ocurre en ella por estar dentro de una tinaja. Como en muchas otras historias del Decamerón, la comicidad se basa en que un personaje (el marido) cree lo que no es debido a que se encuentra en un lugar donde no puede ser testigo de todas las acciones relevantes para la historia. Al mismo tiempo, hay otro personaje (Peronella) que sí tiene toda la información y que se aprovecha de la ignorancia del otro para engañarlo. En cuanto a los lectores, sí disponen de todos los datos sobre lo que está sucediendo en la historia. Esto vuelve a colocarlos en un plano de superioridad frente a los personajes, facilitando, como hemos comentado antes, que se ría con una situación que en otras condiciones resultaría dramática.
El desarrollo temporal es lineal, característica general de los cuentos del libro. Los sustantivos son en su mayoría concretos. Algunos se refieren a objetos cotidianos de la época (tinaja, luz, liriados) y son propios del ambiente realista en el que se sitúa el relato. Abundan asimismo los adjetivos descriptivos (limpia, alta, tapada, anchos…) y los verbos propios de la modalidad narrativa (pretérito imperfecto y perfecto simple).
El registro del narrador es culto y se acerca al llamado “periodo boccacciano”,
caracterizado por las largas oraciones y el empleo del hipérbaton. Este lenguaje contrasta deliberadamente con la escena narrada, creando un efecto humorístico, a través del símil con las yeguas de Partia o los eufemismos para referirse al acto sexual (“su deseo todavía no satisfecho”, “el juvenil deseo”). Peronella, en sus intervenciones, muestra un registro más coloquial, con uso de vocativos, repeticiones, frases inacabadas, diminutivos… El contraste entre estos dos tipos de registros es algo característico del llamado “estilo
intermedio” del Decameron.

5. Exprese su valoración personal del texto y relaciónelo con otras manifestaciones artísticas y temas de actualidad
La importancia del Decameron radica en gran parte en haber anticipado la concepción laica y vitalista propia del Renacimiento. Este fragmento es un buen ejemplo de ello. Boccaccio nos plantea con naturalidad el impulso sexual, por encima incluso de convenciones sociales como el matrimonio. La astucia de Peronella le hace disfrutar sin tapujos de la relación con su amante, a pesar de la presencia cercana del marido. Esta filosofía concuerda plenamente con la mentalidad humanista a la que pertenece la obra de este escritor italiano. Para Boccaccio, el mundo no es sólo un tránsito para el más allá, sino un lugar hermoso por sí mismo, en el que merece la pena disfrutar al máximo. De ahí que los personajes se nos muestren tal cual son, con los deseos y apetencias propios de la naturaleza humana, los cuales Boccaccio disculpa e incluso defiende.
Por otro lado, en este fragmento también se propugna la igualdad de la mujer para participar de los placeres terrenales. Frente a la visión medieval de la dama como un ángel (del dolce stil nuovo) o un demonio, éste y otros relatos del Decameron nos muestran a una mujer de carne y hueso, que se las ingenia para poder salirse con la suya y lograr satisfacer sus deseos. En toda la obra Boccaccio da un papel predominante a la mujer en la narración de los relatos y la sitúa incluso como “receptora ideal” de su obra.
Por todo ello el Decameron es una obra que no sólo preludia el Renacimiento sino que se acerca también a situaciones y problemáticas actuales.
Así, la visión profana propugnada por la obra parece haberse impuesto en nuestros días, siendo evidente que el peso de la religión en nuestra sociedad es cada vez menor. El vitalismo también parece definir nuestra mentalidad contemporánea, con su deseo de aprovechar cada momento y de disfrutar al máximo. Este vitalismo, muchas veces mal entendido, es el que ha favorecido nuestra sociedad de consumo, en la que para ser felices necesitamos poseer de todo. No es casualidad que ese espíritu vitalista surgiera al mismo tiempo que se desarrollaba el primer capitalismo.
La situación de la mujer, por otro lado, sólo ha empezado a equipararse a la del hombre en las últimas décadas. Aún así, existen muchos países que actualmente siguen discriminando a la mujer, y que impiden por completo su liberación sexual. Pensemos en las culturas en las que aún se considera delito enseñar el rostro femenino o, incluso en las que se sigue practicando la ablación.
Otro de los valores de Boccaccio, también en relación con su condición de humanista, es el haber sentado las bases de la literatura en lengua romance, (en este caso el toscano) siendo considerado, junto con Dante y Petrarca, uno de los padres de la literatura italiana. Su prosa, elegante y cuidada, estableció un modelo a imitar para los futuros novelistas del Renacimiento. A pesar de sus posibles defectos formales, propios de un estadio inicial de la prosa en su idioma, la indudable amenidad y el tono desenfadado de los relatos hace que aún hoy sigamos disfrutando con su lectura.
La influencia del Decameron es notable además en otras artes como la pintura algunas de sus escenas aparecen en cuadros renacentistas como los de Tiziano) y, más modernamente, en el cine ( la película de Pasolini, de 1970, adapta entre otros relatos éste de Peronella).